Antes de empezar a
tratar el contenido de la asignatura “Educación de Personas Adultas y Mayores”,
a la que se debe la creación de este blog, nos gustaría plasmar nuestras
expectativas con respecto a la misma, viéndola dentro del contexto de la
Educación Social; así como también explicar nuestros antecedentes a lo largo de
nuestra etapa personal y sobre todo académica que hemos tenido en este área.
La Educación para
Personas Mayores y Adultas hoy en día se ha convertido en uno de los ejes
fundamentales que han de tratarse en nuestra profesión. Es bien conocido por
todos el gran problema que está suponiendo para nuestra nación el hecho de que
la pirámide poblacional se esté invirtiendo: ello se está produciendo por la
mejora de la calidad de vida y de hábitos alimenticios, así como también por
las numerosas campañas sanitarias que se están produciendo en “pro” de la
educación sanitaria y hábitos de prevención que han aumentado considerablemente
la esperanza de vida de la población española.
Así pues, la política española se fundamentaba
hasta el momento en el llamado Estado del Bienestar, estando dos de sus ejes
íntimamente vinculado a la calidad de vida de nuestros ancianos.
àUno de ellos es
el eje de la sanidad; dentro del cual se engloba el hecho de que todos los
españoles mayores de 65 años tienen derecho a una sanidad pública y gratuita.
Pero actualmente debido a las reformas políticas en materia sanitaria del
actual presidente Mariano Rajoy, este derecho ha sido modificado en detrimento
de dichos jubilados, introduciendo medidas de copago argumentando la no sostenibilidad
económica del mismo y amenazando seriamente e la estabilidad social de nuestro
país.
àEl segundo eje
está vinculado a las políticas de pensiones, hecho fundamental que caracteriza
la sostenibilidad de una ciudadanía basada en el Estado del Bienestar. Así
pues, todo ciudadano ha tenido que contribuir mediante impuestos y pagos a la
Seguridad Social para luego, en su etapa de vida posterior, en donde no pueda
trabajar bien por jubilación o bien debido a algún accidente o enfermedad que
le incapacite para ello, reciba del Estado pensiones que les permitan cubrir
sus necesidades.
Esto último supone una
gran problemática para nuestra estabilidad política puesto que al invertirse la
pirámide poblacional (imagen) y haber más pensionistas que contribuyentes, existe un
déficit que puede suponer el derrumbe y gran fracaso de nuestro estado del
bienestar.
También pensamos
necesario mencionar que no es tenida en cuenta toda aquella población
inmigrante indocumentada que trabaja en nuestro país. Creemos que si se
regularizara su situación y se hicieran políticas orientadas a la diversidad e
integración de dichas personas, ese dinero negro que circula sería objeto de
contribución a los impuestos y por lo tanto suplencia de dicho déficit. No
obstante, son cuestiones que en las que por motivos de extensión no podemos
analizar con más profundidad.
Dando un pequeño giro a
esta primera toma de contacto con la asignatura, queremos continuar con otro
importante análisis, tratando uno de los temas causantes de la necesidad de la
conocida “Educación Permanente” : en los últimos 50 años se ha producido un
desarrollo social y económico vertiginoso en la sociedad occidental, provocado por los adelantos tecnológicos que
han dado pie a la comunicación en una fracción segundos del mundo entero. Estamos
hablando de la etapa en la que vivimos; caracterizada por la mundialización o
dicho más comúnmente globalización.
Esa comunicación instantánea hace que se produzca el desarrollo a pasos
agigantados, lo que ha producido un cambio cultural en donde uno de los tesoros
más importantes es la información. El intercambio de esta información de forma
tan acelerada requiere de una educación
cada vez mayor de sus ciudadanos; y es aquí donde no podemos obviar que
nuestros ancianos nacieron en otra etapa, una etapa en donde aun se trabajaba
con las manos y la institución fundamental era la familia.
Así pues, es deber del Trabajo Social, el promover todos esos
recursos para adaptar a nuestros adultos y ancianos a los nuevos tiempos,
siendo fundamental crear organizaciones mediadoras que les ofrezcan todos
aquellos recursos que les permitan adaptarse y no ser excluidos de la llamada “sociedad
del conocimiento”. Es este el valor de esta asignatura: la necesidad de
educar a todo el colectivo, que está comenzando a entrar en vulnerabilidad
por no ser debidamente atendidos por parte de nuestras políticas en
cuanto a sus derechos.
Y, para acabar, también
nos gustaría poder analizar los diferentes contenidos tratados en las EB y,
sobre todo, en las EPD, a lo largo del semestre que dura esta materia, desde
una perspectiva aún más enriquecida gracias a nuestra experiencia de formación
teórica y práctica adquirida durante el intercambio académico en la ciudad de
Guadalajara (Mèxico) puesto que ambas, Gloria y Olga, coincidimos ser
seleccionadas para el mismo destino.
Allí, elegimos el ámbito gerontológico para
llevar a cabo nuestras Prácticas de Campo. Teniendo en cuenta que existen
muchas diferencias con respecto de nuestra sociedad “la avanzada”; “la
occidental”; “la desarrollada”; nos parece interesante impregnar el análisis y
trabajo que hagamos de las EPD`s y dentro de la medida de lo posible, con lo
adquirido en México, donde pasada la frontera de que divide a lo “rico” de lo
“pobre”, la población de los adultos mayores sigue teniendo algunas
características comunes pero difiere en otras, sobre todo por la extensión de
la pobreza en este colectivo que allí también es cada vez es más amplio debido
al aumento de la esperanza de vida y que, desafortunadamente, no tienen derecho
ni siquiera a lo que nosotros conocemos como “pensión no contributiva” a menos
que hayan tenido un trabajo bien remunerado en su juventud. Muchos mayores
mexicanos no tienen derecho a nada. La sanidad pública se reduce a unos mínimos
escasos y, si la familia no se hace cargo de ellos o no tiene los recursos
necesarios, quedan en situación de pobreza, reflejándose esto en el día a día,
siendo muy común ver a ancianas pidiendo limosna por las calles y a muchos
durmiendo sobre cartones sin tener un
lugar donde pasar su ancianidad.
Este colectivo es,
además en algunos casos, víctima de las mafias; que utilizan a los ancianos y
ancianas de las comunidades rurales para pedir dinero en las ciudades quedándose
después con lo que alcanzan a recaudar.
Nos gustaría seguir
creciendo tanto personal como académicamente con estos contenidos que nos
ofrece “Educación de Personas Adultas y Mayores”; siendo conscientes de la
importancia y necesidad que tiene la Educación Social en la mejora del
bienestar de la población adulta y mayor que se está vulnerabilizando aún más
por el avance de lo tecnológico; aunque esto parezca no importar demasiado a
políticos y dirigentes que cada vez reducen más las Políticas Sociales destinadas
a alcanzar una situación más justa para quienes se encuentran dentro de los
grupos o colectivos de personas en riesgo de exclusión social.
Sin más, damos la bienvenida a la asignatura de la mejor manera posible: brindando nuestras ganas de aprender y nuestro entusiasmo para con el contenido que vamos a tratar.

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